Simplemente, a veces
A veces es imposible escribir todo lo que se piensa, lo que se siente; y es que cuando tratas de hacerlo se aprieta el pecho, se te corta la respiración y, a medida que los dedos se mueven sobre el teclado, las lágrimas brotan de forma espontánea y deliberada. Simplemente a veces quisiera tu consejo de viejo experimentado, de lógica sencilla pero directa. Que me digas que nadie dijo que sería fácil, pero que no es imposible. A veces me gustaría que vieras lo que hago, invitarte a mi hogar y atenderte. Servirte una copa de vino y recordar cuando pescábamos a orilla de mar, o cuando armabas muebles sólo por ingenio y sentido común. Me gustaría volver a sentir tu mano áspera de lo dura que fue la vida contigo, áspera de lo mucho que has tenido que trabajar, áspera de lo sufrido y aprendido. Sentir tu voz que me corrija y me diga que estoy equivocado y que me felicite por cosas sencillas que ya de grande he aprendido a valorar. Me gusta pensar en ti, y bie...