Me vuelvo a Preguntar...

¿Qué significa un abrazo, un te quiero, un adiós, un te amo? alguna vez me pregunté, el amor ¿a que huele? y me conteste al aroma de la tierra húmeda después del rocío, a madera noble y hierbas frescas... al aroma natural de su cuerpo que te transporta a los mas íntimos y  sensuales deseos ocultos. 
Entender lo que le amor te hace sentir, pensar y actuar es tan difícil y complejo como querer entender la naturaleza humana y comprender que lo que tenemos en común es que todos somos diferentes, y lograr amar esas diferencias.
No siempre estamos preparados para enfrentarnos a la realidad, a veces la negación es parte del aprendizaje si sabemos reconocerla a tiempo y entendemos lo que la vida nos dice a gritos en su silencio con un nudo en su garganta, ese nudo que muchas veces hemos tenido que solo nos hace callar ante la vida.
El decidir amar, el decidir compartir la vida con otra persona no debe superponerse a amar nuestra propia vida y decidir compartirla con uno mismo. Entender esto me ha llevado noches en vela e donde no logro entender el porque siento esto tan fuerte pero que a la vez me causa rechazo, no por miedo sino por la angustia de no enfrentar primero mi soledad, mi tiempo en primera persona, por no querer organizar mis sentimientos y metas a solas, queriendo y creyendo que otro puede ayudar a establecer un orden que me niego a tomar. 
El problema es que con eso no solo me daño a mi mismo, sino también a aquel que esta poniendo de su parte para que estas metas nacidas del romanticismo, utópico muchas veces y atípico otras, se puedan concretar y poder tener un punto de partida en común.
Hace un tiempo la vida me presento la aventura de enfrentar la vida a mi ritmo, con mis decisiones que no afectarían a nadie, pues solo debía estar y así lo acepte.
No me di por enterado que la vida es traviesa y en su complejidad a veces tomamos decisiones que nos llevan a pensar en otras y que de una forma dantesca terminamos en un punto absolutamente diferente al que apuntábamos de inicio.

Lo bello de la vida es que cada día es una oportunidad para entender, volver a empezar y volver a pensar. Hoy me vuelvo a preguntar El Amor ¿a que huele? y puedo responder... A la libertad de ser uno mismo, a la felicidad de ser la mejor versión de uno mismo cada día, a la adrenalina de aceptar desafíos y lograr superarlos... huele al rocío de la madrugada que activa el cuerpo, al viento fresco que seca las lagrimas en nuestro rostro, a la sonrisa nerviosa y coqueta que causa sentirse seguro de uno mismo... huele a la sensación de autonomía y plenitud que trae consigo cada atardecer....

Quiero entender mis sentimientos, pero no puedo obviar lo patente, que debo entenderme a mi mismo y dedicarme tiempo a ser un hombre completo, sincero conmigo mismo, que sabe su lugar y donde quiere llegar... para mañana poder tener a alguien que tenga metas similares y que no dude en tomar de la mano esta aventura que no es de un día o fin de semana... sino de la vida, y que dure lo que tenga que durar....

Hoy mi lema es no proyectar un futuro si no disfruto cada momento de mi presente... Sin Culpas ni Arrepentimientos... 

Francis...